Nos consta la calidad y diferencia en la repostería de Almería por el interés que demuestran muchos de nuestros visitantes. A diferencia de las costumbres de otros lugares con productos que resultan empalagosos que abusan de las mantecas, colorines, etc, la pastelería tradicional almeriense es variada, combina equilibradamente el merengue, las cremas, chocolate, cabello de ángel, bizcocho, hojaldre, azúcar, calados... Uno de los sabores con los que se recuerda Almería es con el de sus pasteles. Seguro que todos tenemos en nuestra memoria alguno de los dulces de nuestra infancia como panes griegos, chinitos, medias lunas, caracolas, tocinos de cielo, entre otros. Nos gusta endulzarnos un poco la vida después de comer, en el café o la merienda, teniendo la posibilidad de degustar varias de las especialidades; por eso el pastel tiene un tamaño moderado, siendo preferibles a los pasteles tocho de aspecto y realización menos cuidada. Un caso particular que tiene bastante seguidores es el de los "mini", muy utilizados en las meriendas taurinas.
Merecen ser destacados establecimientos que durante años nos endulzaron la vida como el "Once de Septiembre", "La Ideal", "Sanz","Altamira", las que abastecían los barrios de Los Pinares, el Barrio Alto, calle Inglés ("Virgen de Rosario"), el Zapillo ("La Guinda" que aún continúa) y con posterioridad parte de esta familia en la "Ramírez (ahora "La Fama") en la Colonia de los Ángeles que también sigue al igual que la tradicional "Capri", "La Dulce Alianza","La Colmena", "Rex" o "Virgen del Mar" . En la actualidad otras como "El Rosal" o "Hernández" siguen estos pasos, así como en Roquetas "Cruz y García" o con otro estilo de cremas y gran tamaño la "Escobar" en Dalías.
La Dulce Alianza, tradición y calidad.
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| Apetitoso expositor de pasteles |
La Guinda: en la carretera de Cabo de Gata al final del Zapillo está una de las pastelerías con mayor solera, la popular Cuca ha sobrevivido al paso del tiempo siendo un exponente representativo de los dulces que nos deleitan las sobremesas: glaseados, piononos, tocinos, milhojas... Todo un vicio.
